Un día de invierno subí
en el vitrasa como siempre.
Llevaba una bolsa de fruta.
Fui de pie bastante tiempo.
Cuando quedó un sitio libre
me senté y dejé la bolsa suavemente.
Estábamos por Teis cuando
frenó en seco y toda la gente
que estaba de pie se desplazó
hacia alante igual que el viento.
Una señora casi se cae.
martes, 20 de mayo de 2008
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