La piel invisible hace temblar más allá de las nubes a los cuervos.
La sonrisa enorme observa a ciegas la noche de la infancia.
Y la piel abandonada, reconoce forzosamente la noche de la infancia.
Su sonrisa invisible sueña más allá de la noche sin esperanza.
Los ojos hondos y viejos tenían en seguida chispa al hablar de amor.
La niña nostálgica miraba más allá de la noche sin esperanzas.
Los ojos tranquilos miran lejos en la oscuridad a los cuervos.
La niña áspera orinaba pacientemente en nubes con cubo.
Los ojos del viejo tenían siempre una chispa de curiosidad.
El cuello invisible orinó a ciegas espuma con la piel.
Poema colectivo. Autores/as: Raquel, Vivian, Megan, Antía, Valeria, Joel, Nuria, Aarón, Judith, Cristian.
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