Este verano estuve con muchas amigas en un pueblo muy pequeño a las afueras de Vigo. Allí vivía una familia humilde pero muy extraña. Nos lo estábamos pasando genial y nos apeteció ir a la discoteca. Nos encontramos a aquella familia y nos contaron que tenían un don o una maldición que consistía en que a partir de los dieciocho años ya no crecían más. Estuvimos bailando un rato pero nos aburrimos y salimos. Ellos nos persiguieron hasta que nos paramos y nos cogieron, nos taparon los ojos y nos metieron en el cementerio. Yo tenía mucho miedo. Al entrar ella había muchas tumbas, lo normal para un cementerio, pero descubrimos que había cuatro con nuestros nombres. Ellos, para poder vivir más años, con dieciocho tenían que matar a personas, mejor dicho, enterrarnos vivos.
Yo fui la única que sobrevivió porque no se habían dado cuenta de que yo era igual que ellos, pero aún más invencible.
lucioosorio
ResponderEliminarcasi todas las historias me gustan
y las ftos k ha puesto carmen son muy adecuadas para cada historia.
esta historia me ha gustado xk antia siempre intenta hacer historias misteriosas ya que le gustan mucho las historias de miedo
saludoss